​El arquitecto chileno José Urrechaga prácticamente se tropezó con la vida de startupero.

Estaba terminando su maestría de planeación urbana en Berkeley, la universidad más progre de la zona, cuando se encontró con un empresario que necesitaba una solución. Y él la podía crear.

Así nació el proyecto que hoy es su startup Hitmap, fundada con Juan Sebastián Lama, que aplica inteligencia de datos en grandes cantidades — hasta 5,000 variables — para pronosticar si un negocio va a tener éxito o no en una ubicación específica.

José dice que un emprendedor hoy puede ser como Leonardo Da Vinci, una mezcla de ingeniero y artista que opera en la vanguardia de la tecnología: “Si bien vengo de la arquitectura y el urbanismo, quiero trabajar con cosas cutting edge y la tecnología me da la posibilidad”.

Hoy, José nos cuenta su lucha contra los dinosaurios de la industria inmobiliaria y cómo hizo Chile para ser visto como un país de emprendedores. Y explica por qué los gobiernos latinoamericanos tienen que darles dinero a las startups… pero para que se lancen en Silicon Valley.

[Claro que lo hace con un ejemplo futbolístico con el que se las arregla para ofendernos a los dos entrevistadores al mismo tiempo… ]