Gracias totales: El final del podcast
Fue un gusto. Te queremos. ¡A lo que sigue!
Fue un gusto. Te queremos. ¡A lo que sigue!
Frases nunca publicadas de Santi Subotovsky, Laurence Fontinoy y Daniel López.
¿Cómo funciona el Valle hoy? Los mejores aprendizajes de la tercera temporada.
Mario Valle es uno de los mexicanos más prominentes de Silicon Valley. Fue pionero de la industria de videojuegos en América Latina y por 11 años fue ejecutivo de la gigante Electronic Arts.
¿Por qué, entonces, dejarlo todo para lanzarse a ser inversionista?
Mario (donante y fan #terco de la primera hora) nos cuenta que estaba cómodo y contento en EA. Pero la oportunidad que vio de invertir en videojuegos de creadores independientes en Asia, Europa, América Latina y hasta África le pareció demasiado grande para dejarla pasar.
“O me quedo otros cinco años en Electronic Arts rascándome la panza… o le chingo porque acá está la oportunidad de formar parte de una historia verdaderamente apasionante de crecimiento, de talento, de gente haciendo cosas interesantes…”
“Y, pues, yo quiero estar en primera fila”.
Así que renunció. Y lanzó Altered Ventures, un fondo que invierte como si fuera una productora de Hollywood: Le mete dinero a los proyectos, los videojuegos, y no a las empresas. Por lo tanto, no les pide a los desarrolladores que le cedan un porcentaje de propiedad de sus compañías, lo que –dice– en regiones como América Latina lleva a abusos de parte de los inversionistas.
El hondureño Luis Samra es uno de los latinos que tienen gran experiencia en startups de Silicon Valley. Es el primer entrevistado #terco que fue alto ejecutivo de un unicornio.
Samra fue responsable para América Latina de Evernote, la aplicación de notas en la nube que fundó (y casi fundió) Phil Libin, uno de los emprendedores más reconocidos y admirados del Valle. Luis y su equipo latinoamericano llevaron a la empresa de 100,000 a 25 millones de usuarios en nuestra región.
Después, vino la debacle. Evernote no logró convertir su excelente crecimiento en usuarios en ingresos contantes y sonantes, perdió el foco en su producto principal, y terminó despidiendo cientos de empleados. El propio Libin terminó por irse también de una empresa que había perdido el Norte.
“¡Vendíamos calcetines, remeras, botellas de agua!”, recuerda Luis. “…Y descuidando el producto, que era la aplicación”.
Hoy, Luis nos cuenta qué pasó exactamente adentro de este unicornio que tenía todo para ganar y hoy apenas sobrevive en un mercado que se le llenó de competidores.
Hoy, nos ponemos filosóficos y reflexivos.
¿Hay vida más allá de tu startup?
¿Cómo es la vida después de tech?
Fin de año es la época en que, a veces, nos planteamos quiénes somos, adónde vamos, hasta dónde hemos llegado. En este capítulo especial del podcast de los latinos en Silicon Valley, hablamos con dos ex emprendedores tech, dos ex startuperos que llegaron a Silicon Valley desde Argentina y Colombia y terminaron haciendo cosas muy diferentes.
Primero, Agu De Marco, fundador de la startup de videos para marketing Wideo, que tras un par de años en Silicon Valley acaba de anunciar que deja de ser el CEO y se va en busca de un camino diferente.
Agu recibió a El Valle de los Tercos en su casa, cerca de la de Diego en la zona de Santa Cruz, California, y se sinceró como pocos en la entrevista. Se saca el traje de emprendedor disruptivo y revela qué hay detrás de ese personaje que muchos le venden al mundo (y ellos mismos ‘se compran’).
«Me encanta la frase que me dijo un amigo: ‘Muchos llegan a la cima y se dan cuenta que no hay nada'».
«Yo estaba por la mitad, un poco menos, y ya vi que no me daba… Así que ya me bajo», dice, entre risas.
Luego llega Brian Andrés Helmick, bogotano, hijo de un estadounidense y una colombiana, que llegó al mundo startup por una vía tradicional: el MBA de Stanford. Tras graduarse allí, lanzó una plataforma de recursos humanos para pymes, Algentis, que vendió exitosamente tras ocho años de trabajo y altibajos.
Poco después, uno de sus inversionistas y amigos, el brasileño Fabio Igel, fundador del fondo Monashees, le propuso una nueva aventura: traer la cultura del mundo tech a una industria súper tradicional, el fútbol. Brian desconfió de la idea pero al final se lanzó a crear los Deltas de San Francisco para revolucionar el fútbol profesional.
«Cuando pienso en fútbol, desafortunadamente la primera palabra que viene a la cabeza es corrupción (…). Y, cuando pienso en deporte profesional en Estados Unidos, uno (como dueño) normalmente es hijo de billonario», dice Brian.